Sin embargo, después de desarrollar, con la ayuda de la Administración, una sensibilidad para detectar problemas educativos, sociales o de salud en los alumnos, nos encontramos ante una falta de recursos que hace muy difícil mantener los planes y protocolos que se habían instaurado. Así, vemos como niños y niñas con déficit de atención, hiperactividad, con necesidades especiales de aprendizaje, con dietas especiales, programas de apoyo, pueden quedarse sin estos recursos y ayudas que se habían conquistado.
La crisis económica y las reformas emprendidas han dejado en la cuneta muchas de estas conquistas sociales que sobrepasan el ámbito educativo. Por poner algunos ejemplos los recortes provocarán la falta de profesores para atender a alumnos extranjeros, con necesidades educativas especiales o de diversificación curricular. Supondrán un deterioro en la calidad de la enseñanza pública. La reducción de recursos para programas de apoyo escolar hará necesario que muchos padres deban pagar clases particulares para sus hijos. Y, como es fácil imaginar, los recortes en educación van a generar mayor desigualdad social.
Ante esta nueva realidad social ¿cómo debemos organizarnos?
El plan nacional de infancia y adolescencia 2013-2016 contempla una educación de calidad para todos los niños y adolescentes, medidas para prevenir el fracaso y el absentismo escolar y la atención a menores con necesidades especiales. Pero nos preguntamos cómo poder desarrollarlo con menos recursos económicos y menos personal educativo.
Por eso, En clave pionera hablamos con los que se enfrentan día a día a estos problemas, en este espacio contamos con la participación de:
● Marco Marchioni, experto en intervención comunitaria.
● Javier Navarro, gerente de Fundación Pioneros.
● Pedro Vallés, profesor de La Enseñanza.
● Jesús Vélez, educador de Fundación Pioneros.
Si quieres oír esta tertulia pincha aquí.
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